martes, 3 de septiembre de 2013

Esfuerzo y sacrificio

Buenas tardes.


¡Hoy empieza una nueva temporada en el blog! En esta segunda temporada el sistema de funcionamiento seguirá igual: martes (yo), jueves (Victor Arnau) y sábado (yo o "born to run"). Tanto Victor, que se incorporará dentro de unas semanas, como yo tenemos muchas ganas de seguir expresando todo aquello que nos motiva y aquello que nos ayuda a ser felices.

En la publicación de hoy me gustaría hablar sobre el esfuerzo, sobre que nivel de sacrificio estamos dispuestos a alcanzar para conseguir nuestros objetivos y si realmente damos el máximo de nosotros mismos para conseguir nuestros sueños.

No hay nada fácil que merezca la pena. Es duro admitirlo pero es así. Si realmente queremos algo tenemos que poner toda la carne en el asador, superar obstáculos, aprender de nuestros errores y sobre todo, fijarnos en el día a día y no en el largo plazo.

Hay gente que se propone objetivos, objetivos aparentemente alcanzable y que aparentemente cumplen los requisitos de lo que quieren conseguir. Ahí juega un papel importante la sinceridad y la confianza en uno mismo. Me explico. Si una persona se plantea un objetivo solo para cumplir con los demás jamás alcanzará la felicidad interna y vivirá para los demás, dando más importancia a los otros sueños que a los suyos propios, ¿de verdad vale la pena? Yo creo que no.

Madurar significa ser consciente de que tus sueños y que tus metas no son imposibles, que solo necesitan un poco de valor y otro tanto de esfuerzo. Planteate que es de verdad aquello que te apasiona, aquello que ha sido tu anhelo oculto durante mucho tiempo y que desea salir a la luz. Una vez apuestes al 100% por tus sueños ya tendrás un 1% de recorrido trazado.

A partir de ese momento solo quedaran horas, horas y horas de dedicación a lo mismo. Esfuerzo, sacrificio, entrega y motivación para mejorar cada día. Todo ese esfuerzo te llevará seguramente a cumplir los objetivos que te propongas, y éstos cada vez adquirirán un mayor grado de dificultad.

Este sería el camino corto: sé lo que quiero, lucho por ello y lo consigo. Siento deciros que esto no suele ser así en la mayoría de ocasiones. En nuestro camino para alcanzar nuestros sueños encontraremos dudas, obstáculos, momentos difíciles que solo deben servirnos para hacernos más fuertes y volver a luchar con más ímpetu. Entonces yo creo que el camino correcto sería: sé lo que quiero, lucho por ello, estoy dispuesto a equivocarme y lo consigo. Este camino se repetirá siempre que nos planteemos un objetivo.

Una vez expuesto el tema de hoy decir que después de mis días por Albacete y otros días por Roma, he vuelto a la normalidad. Hoy he vuelto a la montaña con una hora de trekking y trailrunning. De momento no tengo ningún objetivo fijado, pero creo que no tardaré en encontrarlo.

Un saludo, Miquel.

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