Después de superar momentos difíciles siempre me gusta cometer alguna locura. He pasado días de mucho estrés con trabajos, exámenes y presentaciones, y ahora mismo lo que menos me apetece es quedarme en casa sentado. Sí, puede que me falten hora de sueño. Sí, puede que mi nivel físico haya bajado. Pero, ¿acaso importa eso? Si en la vida no nos permitimos momentos de locura, sería demasiado aburrida.
Recuerdo que hace años, cuando tenía 16. Me fui a entrenar con la bicicleta, como cada día. Era invierno y a eso de las 18:30 la noche ya se apoderaba. A las 16:00 salí de mi cochera con la bicicleta, 60 km y a casa. Hasta ahí todo bien, todo muy rutinario.
A falta de unos 15 minutos de llegar a casa, suena el móvil, lo cojo y era un amigo para decirme que le apetecía salir a correr, que si le acompañaba. Yo por aquella época eso de correr, como mucho en pretemporada para no perder la forma, pero ni de coña se me había pasado por la cabeza hacer duatlones, carreras a pie y todo eso. Pero bueno, no pude decir que no. ¿Cómo iba a perder la oportunidad de hacer deporte y más con un amigo? Esos momentos hay que aprovecharlos ya que un amigo casi siempre que te llama es para tomarte una cerveza.
Total llegue a casa, deje la bicicleta y entre por la puerta corriendo. Mi madre al verme me dijo, ¿donde vas con tanta prisa? a lo que respondí "es que me están esperando para ir a correr". Mi madre, protectora como todas, no se lo acababa de creer "¿como te vas a ir a correr ahora?" decía. Pero me puse las deportivas y a las 19:00 ya estaba en el sitio acordado. No fueron más que 40 minutos corriendo pero lo importante no era eso, lo importante es que había dejado de lado la ducha, el sofá y la tele, por irme un rato más a hacer deporte.
No digo que sea una locura extrema. Pero creo que en días así empezó mi pasión por los retos, por combinar, por hacer aquello que me apasiona. En días así por aquella época se planto la semilla que hace un año ha brotado para darme una vida que me encanta vivir.
Muchas veces los días que mas disfrutamos son aquellos en los que estás en el sofá y dices, ¿que no me iré a subir a aquella montaña? Esa montaña precisamente que ves por la ventana. Cometer locuras nos da felicidad, nos da esa chispa que nos hace amar más lo que tenemos y lo que hacemos.
Aprovechando la publicación de hoy quiero presentaros a Valentín, una persona que se propuso terminar el Ironman de Lanzarote con tan solo 6 semanas de entrenamiento. Según cuenta en el vídeo, gracias a tanto entrenamiento, vivió el mejor día de su vida.
Si me propongo algo no voy a dejar que nadie me diga que es imposible sino todo lo contrario, entrenaré más y disfrutaré más solo por completar aquello que me proponga. No voy a dejar que nadie dude de mis sueños, o mejor dicho, digan lo que digan nunca dudaré de lo que quiero ni de cuales son mis sueños.
Esta me parecía la mejor forma de empezar Junio. Ahora con el buen tiempo, apetecen más las locuras.
Buen fin de semana, Mikel.
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