martes, 25 de junio de 2013

Corriendo por Zaragoza

Buenos días.

9 días por tierras aragonesas y 8 de ellos trabajando. Poco a poco me voy adaptando al trabajo, a eso de levantarme a las 05:30 y coger fruta ocho, nueve, o diez horas al día.

Pero hoy eso no ha sido lo más importante, hoy tras tantos días de lesión y otros tantos de trabajo intenso, por fin he salido a correr.
Mi cuerpo necesitaba desprender energía y mi cabeza necesitaba liberarse, desconectar de todo este ruido que me rodea.

Y digo ruido porque soy un fiel amante del silencio y compañero de la tranquilidad.
En sitios como en el que estoy durmiendo, estos aspectos están más que ausentes.
Necesitaba paz, necesitaba escuchar el viento, a los pájaros cantar y a mi cuerpo libre con la naturaleza.

Es la primera vez que salgo a correr por estas tierras y estoy seguro de qué no será la última. Tengo claro que el paisaje que me acompaña no es el ideal para mi, con un clima árido y la tierra seca pero la verdad es que mientras todo el mundo habla, yo necesito callar, estar solo.
Y no he encontrado mejor forma de callar i de estar tranquilo, que salir a correr.

Solo han sido 40 minutos pero los he explotado al máximo. Con un ritmo suave y constante por fin me he reencontrado con el running.
Además ya me he diseñado un pequeño circuito por el que correr tranquilamente y disfrutar de mi momento.
Con el horario de trabajo ya establecido, ya puedo tener tiempo libre para empezar a ponerme en forma. Si os digo la verdad a parte de volver a sentirme bien conmigo mismo, necesito competir. Pero de esto os hablaré en las próximas publicaciones.

Esto es todo por hoy.


Un saludo desde la Almunia, Mikel.

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