Justo lo que necesitaba

Buenas tardes.


Hace justo 8 días sufría mi tercera luxación de hombro, cosa que me ha llevado a estar una semana inactivo. Pero, hoy, por fin he podido salir a correr, dejar el cabestrillo en el armario y disfrutar una vez mas de la montaña. En la publicación de hoy me gustaría contaros como he pasado esta semana, de las ganas increíbles que tenia de perderme por la montaña y como de bien me lo he pasado esta mañana entre polvo y piedras.

Sinceramente en el momento que sufrí la lesión se me pasaron muchas cosas por la cabeza y ninguna de ellas era positiva. No podré hacer deporte, esto me tendrá apartado un mes de todo, me van a tener que operar...todo eso rondaba mi mente durante los 40 minutos que tuve el hombro fuera de su sitio. Una vez hablé con el médico, sus palabras me tranquilizaron bastante al decirme que tan solo debía llevar una semana el cabestrillo.

Estoy en un ciclo formativo de actividad física y animación deportiva, y no sabéis como me he sentido viendo a mis compañeros reír y pasárselo bien jugando mientras yo me quedaba sentado en la grada. Sabía que tenía que ser paciente, era una semana y si volvía a recaer todavía sería peor. Así que me dije "Miquel trata de cuidarte una semana, cumple el tratamiento aunque no te guste tomar esas cosas y todo llegara".

La semana ha pasado y ayer volví a clase con cierta normalidad, aunque tratándose del mismo deporte en el que me lesioné, fui con algo de cuidado. Pero hoy, hoy era el día marcado en mi calendario para perderme, para disfrutar, para empezar de cero en busca de nuevos retos.

Ha sonado el despertador a las 8, un desayuno rapidito y a calzarme las "Salomon". A las 9 pasadas he salido de mi casa en busca de la montaña, no con la necesidad de ir rápido, sino con la necesidad de encontrarme solo, de buscar respuestas detrás de cada curva y de ensuciar mis deportivas de polvo con cada paso.

Al final ha sido cerca de una hora y media por la montaña. Corriendo, saltando, andando...hoy valía todo. Me he encontrado genial, pese a que por momentos he sufrido no podía disimular la sonrisa por cada pequeña tontería.

Lo de esta mañana era justo lo que necesitaba. Ha sido esa chispa que me hacía falta para despertar, para empezar de cero con nuevos retos, para retar a mi cuerpo hasta ver al punto que puede llegar. El deporte no solo me motiva para seguir haciendo deporte sino que influye en mi vida en general. Me aporta la energia y la vitalidad que necesito para cumplir con otro tipo de objetivos, me dibuja esa sonrisa para estar bien conmigo mismo y por tanto con los demás.

Esto acaba de empezar y todo lo que vendrá lo compartiré con vosotros en este pequeño mundo. Por último decir que el jueves estará con todos vosotros Victor Arnau y posiblemente el sábado Irene Escobar aporte su segunda colaboración al blog. Ah! Y una cosa más, muy pronto un nuevo "Born to run".

Un saludo, Miquel.