martes, 12 de febrero de 2013

Mi experiencia deportiva más bonita por Miquel Orenga

Buenos tardes


Estoy de vuelta. Ha sido un fin de semana de desconexión, de cargar las pilas. Ayer empece la semana de entrenamiento con trabajos para acondicionar la zona abdominal y lumbar (siguiendo los consejos de Victor Arnau) y hoy vuelvo al running con una sesión de aproximadamente 45 minutos.
Esta mañana, pensando sobre el tema que podría hablar durante la publicación de hoy, he recordado cuando mi compañero Victor expuso su experiencia durante un partido de fútbol y, sinceramente, he pensado en hacer lo mismo pero en mi caso, a ver que os parece.

La experiencia deportiva que os quiero contar tiene que ver con el ciclismo. Era mi segundo año como "cadete" y también mi segundo año que me dedicaba a eso de pedalear. Era ya el ultimo tramo de la temporada y yo ya había ido recopilando confianza y fuerzas durante una temporada que cada vez había ido mejor.

Con buenas sensaciones y con un buen nivel físico me decidí a ir a competir cerca de Tarragona. Nunca había salido hasta entonces de la Comunidad Valenciana para competir, y me hacia ilusión. El pelotón era diferente, rostros que nunca había visto, nuevos adversarios...algo poco habitual. Empezó la carrera y durante el primer tramo de la misma me decidí por aguantar fuerzas y rodar en el grupo. Una vez superado el primer puerto de montaña el pelotón se redujo bastante pero yo todavía estaba entre los "elegidos". Se acercaba el segundo puerto, el cual me habían dicho que tenía rampas duras. Ahí no pude aguantar el ritmo de los primeros y me quede cortado. Empece la bajada en solitario, recuperando y rodando con fuerza, incluso alcance los 97 km/h en esa bajada. De ahí hasta meta fue una lucha en solitario que me llevaba a rodar con lo que quedaba de mis fuerzas, llegue a meta algo desilusionado por no haber aguantado con los mejores, pero todo cambio cuando me anunciaron que ocupaba la posición 11 de aproximadamente 80 ciclistas.

Una semana después y con la motivación por las nubes tocaba competir en casa, en la famosa prueba de "la Mercé" con un recorrido callejero y divertido. Empezó la carrera y como siempre fuí conservador sabiendo que al final las numerosas vueltas al circuito pesarían en las piernas. Estaba ilusionado por conseguir el premio como mejor local y por ello en el sprint a meta me exprimí como nunca antes lo había hecho en un sprint. Al final conseguí ser el primer local y ademas terminé en 6ª posición de un total de mas de 50 ciclistas.

Después de esas dos semanas pensaba que ya no se podía acabar mejor la temporada, pero realmente si que se pudo. Llego la última carrera en Valencia, en el bonito paseo de la Alameda. Empezó la carrera y esta vez estaba mucho mas atento a los ataques que de costumbre. En las primeras vueltas al circuito se hizo una escapada de 3 corredores que cada vez cogían más ventaja. Tenía fuerzas así que me decidí a atacar en solitario. Estuve 2 o 3 vueltas para dar caza a los primeros pero lo conseguí, llegando a ellos con arcadas e incluso algún vomito. Terminé la carrera escapado y ocupe la 4ª posición final de aproximadamente 100 ciclistas.

Estoy seguro de que esas tres semanas consecutivas de competicion no se me olvidarán nunca.

Para mi ha sido un placer compartir con vosotros estas experiencias sobre este deporte que he practicado tantos años. Asi que esto es todo por hoy, os dejo que el running llama a mi puerta.

El jueves Victor Arnau aportara su último consejo de la serie de acondicionamiento de la zona abdominal y lumbar y para el Sábado una nueva edición del espacio "Born to run" con Júlia Font como protagonista.



Un saludo, Mikel.

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