miércoles, 12 de marzo de 2014

La felicidad a la vuelta de la esquina

Buenas tardes, soy Miquel Orenga.

Soy de los que piensa que para ser feliz no hay que pegarle demasiadas vueltas a la cabeza, sino mas bien todo lo contrario, dejarse llevar. Pensar implica dudar, y la duda nos puede llevar al error; aunque claro está que equivocarse, fallar o fracasar es humano y es algo necesario para el crecimiento personal de cualquier individuo.

¿Dejarse llevar? Es muy fácil decirlo cuando no tienes obligaciones como estudiar, trabajar, cuidar de los niños, hacer la compra, etc; puede que penséis. Pero cuando digo "dejarse llevar" no me refiero a abrir la puerta de casa, salir corriendo y no mirar atrás. Cuando digo "dejarse llevar" me refiero a dejar a nuestro cuerpo seguir sus intuiciones y sus impulsos, dejar por un día (al menos) esa planificación semanal que te marca un entrenamiento concreto, escapar de la rutina que supone entrenar 45 minutos todos los días o, simplemente, aventurarte a recorrer caminos que todavía no conoces.

La vida sin un poco de aventura, sin una chispa de locura, es demasiado aburrida. Por eso, cuando salgo de mi casa dispuesto a correr trato de no tener un recorrido concreto. Si se trata de correr, ¿que importará el recorrido? Sigo las direcciones que en ese momento me apetece, si quiero una buena subida, si me apetece cubrirme del sol entre los árboles de aquella senda o si me apetece pegarle vueltas tranquilamente a la pista de atletismo.

Supongo que me permito este tipo de cosas porque estoy en una fase de mi vida donde lo que menos me importa es el rendimiento. Quiero estar bien conmigo mismo, tener una capacidad física que me permita hacer frente de la forma mas adecuada posible a cada uno de mis objetivos, nada más.

El deporte para mi es una forma de olvidarme de todo, de quitarme ese estrés que cada día se hace más grande, gritar y hablar conmigo mismo sabiendo que nadie va a responderme. Por eso no me planteo el deporte como una obligación, sino como una pasión, un disfrute en el que la felicidad o la libertad se puedan encontrar a la vuelta de la esquina.

Visto así encontrar la felicidad, aunque siempre sea momentánea, no parece tan complicado...somos nosotros los que pensamos que al cruzar una meta, al conseguir nuestro propósito se va a encender la bombilla de la felicidad. Realmente esa bombilla esta encendida desde el momento en que nos decimos a realizar aquello que nos gusta, por eso, creo que hay que darle mayor importancia a esos momentos que creemos vacíos.

No creo en la felicidad eterna, pero sí que creo que si sabemos aprovechar cada instante dándole el valor que se merece, nuestra vida disfrutará de muchas más ráfagas de felicidad.

Con la publicación de hoy simplemente lo que quiero transmitir es que las obligaciones son vitales y esenciales, y hay que actuar con ellas plenamente conscientes de lo importantes que son tanto en nuestro presente como en nuestro futuro; pero las pasiones, los hobbies, el disfrute es lo que nos mantiene vivos, nos da ese plus de vitalidad y de energía que nos permite afrontar las otras variables de la vida con las suficientes garantías.

Ahí precisamente esta el secreto, en saber que la felicidad se puede encontrar mucho mas cerca de lo que pensamos, justo ahí, a la vuelta de la esquina.

Esto es todo por hoy. Aprovecho para dar las gracias por las muchísimas visitas que estamos recibiendo tras nuestra vuelta, tanto en el blog, como en el canal de Youtube.

Un saludo, Miquel.

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