Hola, soy Víctor
Manuel Arnau.
Esta semana me
gustaría hablar sobre las bebidas isotónicas. Analizaremos los efectos que
producen en el organismo y como afectan al rendimiento. Además analizaremos las
alternativas de que disponemos, comparando las bebidas comerciales con las
caseras y ofreciendo algunas recetas para preparar nuestras propias bebidas.
Como sabemos las
bebidas isotónicas cada vez están de moda entre los deportistas y el mercado
nos ofrece una gran variedad de marcas, sabores y variedades. El principal
propósito de este tipo de bebidas es reponer la glucosa, los minerales y los
electrolitos que se pierden durante el ejercicio, además de evitar la
deshidratación. Si el tipo de ejercicio que estamos realizando es de larga
duración o/y gran intensidad es recomendable echar mano de alguna de estas
bebidas durante el mismo para optimizar el funcionamiento muscular y evitar la
pérdida de rendimiento.
Podemos echar mano de
alguna alternativa comercial (mejor eso que nada), pero de esta forma nos encontraríamos
muy lejos de optimizar nuestro rendimiento. A cualquier bebida comercial le
sobran muchos ingredientes, y le faltan muchos otros. Entre los ingredientes
que le sobran se encuentran los conservantes, colorantes, aromas, y azucares
simples que sirven para reponer la energía pero tienen muy poco valor
nutricional. Al final de la publicación veremos qué podemos hacer para optimizar estas
bebidas energéticas y que ingredientes usar para ello.
Antes quiero hablaros
de cómo funciona el mecanismo de la sed en nuestro cuerpo. Mucha gente que
practica deporte usa como referencia para hidratarse el mecanismo de la sed,
bebiendo en función de la sed que tiene en cada momento. Esto es un error, ya
que nuestra sed no indica nuestro estado de hidratación. Está científicamente
probado, que pérdidas de solo el 2% en el peso corporal debido a la
deshidratación pueden hacer caer el rendimiento en un 10%. Por tanto hay que beber antes de sentir
sed para mantener un nivel de hidratación adecuado.
Con la bebida isotónica
además de la hidratación, y la reposición de glucosa, minerales y electrolitos,
también buscaremos otro efecto muy importante como es restaurar el equilibrio
acido-base del cuerpo. Durante el ejercicio el cuerpo se acidifica, por lo que
es importante dotar a nuestra receta de componentes alcalinizantes para
restaurar este equilibrio.
Ahora sí, vamos a ver
que ingredientes podemos usar en estas bebidas isotónicas, explicando por qué
en todo momento. He de decir que llevo un rato investigando y no he logrado
encontrar ninguna receta que me parezca mejor que la que voy a presentar aquí.
Ahora veremos porque.
Agua: El agua mineral va a ser la base de cualquier bebida isotónica. Lo que
vamos a hacer en primer lugar es hervir un litro de agua para luego añadir los
ingredientes.
Bicarbonato sódico: Es uno de los componentes más alcalinizantes que
existen y disminuirá la acidez. Debemos tener cuidado porque un exceso puede
tener efectos perjudiciales en el estómago.
Sal del Himalaya: En ninguna receta la he visto. Estamos hablando
de la mejor sal del mundo, un alimento muy alcalinizante que se encuentra a
años luz de la sal de mesa e incluso de la sal marina. Nos ayudará a reponer
minerales. Maravillosa.
Miel: La mayoría de recetas optan por el azúcar y me parece un error tremendo.
La miel además de reponer la glucosa tiene unas propiedades nutricionales
fantásticas. Otro alimento muy alcalino. Si os lo podéis permitir recomiendo
optar por la miel de manuka.
Naranja o limón exprimidos: Le proporcionará sabor y vitaminas a nuestra
bebida. Yo optaría por el limón por su mayor capacidad alcalinizante.
Stevia (opcional): Planta natural con una gran capacidad para
endulzar sin perjuicios ni calorías y un gran poder alcalinizante. Esto va a gustos,
yo prefiero la bebida dulce.
Por ultimo os voy a
presentar la receta con las cantidades adecuadas:
1 litro de agua
2 cucharadas de miel
(mejor si es miel de manuka)
1 cucharada de sal del
Himalaya
1 cucharada de
bicarbonato sódico
Zumo de 1 limón exprimido
½ cucharadita de
Stevia.
Esto ha sido todo por
esta semana. Quiero recordar que yo no soy médico ni nutricionista, y aunque
estoy bastante seguro de lo que digo y me documento antes de presentar algún
alimento, recomiendo consultar con un profesional. Nos vemos la semana que
viene.
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