miércoles, 24 de julio de 2013

Duatlón de Verano

Buenas tardes.


El Lunes se cumplían 7 días desde que había empezado a entrenar. De esos 7 días, había entrenado 4, todos ellos dedicados a lo mismo: correr y caminar por la montaña. Para el comienzo de esta semana me había propuesto lo mismo, correr y seguir cogiendo el ritmo, pero una propuesta cambio mi forma de afrontar la semana.

Resulta que el pasado viernes, como comente por el blog, salí a correr con mi primo Fede y me propuso salir con la bicicleta de carretera este próximo domingo para completar 150 km aproximadamente, ¿como iba a decir que no? Se trata de un recorrido duro y bonito, a parte de ser muchos kilómetros para el poco entrenamiento que llevo, pero las risas y momentos que pasaré contrarrestan contra todo eso.

Pues eso, 150 km me esperan el domingo así que obviamente tenía que coger la bicicleta. El lunes, después de ponerla a punto, me fui con ella y complete poco más de una hora por un recorrido suave, pero pese a ello me encontré bastante bien. Me encontré tan bien que al llegar a casa no me encontraba del todo cansado como para detenerme así que cambie el casco, los guantes y las zapatillas con calas por las deportivas y me fui a correr.

Había completado unos 28 km con la bicicleta y ahora solo quedaban correr unos 45 minutos. Mi destino: Alfondeguilla. Entre la ida y la vuelta completaría unos 10 km con los que cerraría el entrenamiento. Al salir de casa iba con la mentalidad de ir tranquilo, dejando que el cuerpo marcara el ritmo y completar el recorrido sin incidencias.

Al final y como suele ser costumbre no le hice demasiado caso al cuerpo y me deje llevar por el instinto. Más que nada, lo que me llevo a acelerar el ritmo fue ver a un runner unos 100 metros delante de mi y llevando mi misma dirección. Ese ímpetu por cogerlo me llevo a aumentar el ritmo, y aunque él finalmente siguió otro camino, yo ya no podía parar. Al menos tenía que llegar a mitad del recorrido a ese ritmo y eso intente.

Completé los primeros 5 km en 20'30'', y teniendo en cuenta de que la ida pica hacia arriba es un muy tiempo. Mejor dicho, es el mejor tiempo que he hecho en hacer el mismo recorrido y la misma distancia de mi vida. Llegué motivado a Alfondeguilla y después de unos segundos de respiro me dispuse a empezar la bajada, ahora ya sí con control, con la única intención de recuperar y no llegar tan muerto a casa.

Sin habérmelo propuesto había completado el duatlón mas largo de mi vida (28 km de bici + 10 km de running) y las sensaciones habían sido realmente buenas. Estoy seguro de que quedan muchos días así este verano. Hoy toca volver a la bicicleta, si el lunes hice 1 hora, hoy toca aumentar a 1 hora y media, sin prisas pero sin pausas.

La próxima publicación será el viernes. Nos vemos todos aquí.

Un saludo, Miquel.

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