jueves, 12 de marzo de 2015

Me equivocaría otra vez



Con volteretas y acrobacias me estoy dando cuenta de lo importante que es saber caer. ¿O no? Quizás de lo que me estoy dando cuenta es de lo que vale levantarse, de lo importante que es decir “voy a seguir” y no “voy a quedarme aquí”. Nadie es libre de caerse, todos debemos caer y algunos lo hacemos de forma constante, y no es que nos guste, es que nos hace aprender.

Es muy cómodo quedarse sentado pero desde el suelo nos perdemos una perspectiva fantástica del mundo. Nos perdemos todo aquello que se ve desde arriba, que es mucho, y damos a lo de abajo demasiada importancia porque pesa más la ignorancia que el querer crecer. ¿Y lo bien que se esta sentado? Se esta bien hasta que el culo se te empieza a pelar por la rutina de no moverse, hasta que las piernas se te duermen y te dejan sin opción de ponerte de pie. Solo se esta bien sentado si el motivo que te ha llevado hacia ello es tan increíble que te ha dejado agotado.

Vale la pena estar de pie porque así miramos a los ojos al presente y alzamos la frente para desafiar el futuro. Porque sí, somos así, pensamos que el futuro siempre será mejor.

Estar de pie nos permite empezar a bailar con la locura y con los deseos, con cuidado de no pisarlos. Y también nos permite andar, porque al andar crecemos y al crecer somos un poquito mejores que al estar quietos.

Tenemos ansia por el futuro, ese futuro perfecto que imaginamos. A parte recordamos el pasado con melancolía diciendo “como me gustaría volver a tener 16 años”, “anda que no haría cosas”. Te recuerdo algo: ya tuvimos 16 años y ya hicimos esas cosas. Esa etapa pasó, fue increíble, cometimos errores, nos enamoramos, nos emborrachamos y nos partimos el culo viendo caídas tontas. ¿Para que quieres volver? Es algo inmejorable. Lo que has vivido es lo que te ha llevado hasta este momento.

¿O es que acaso no estas orgulloso de ti? Si no lo estas, no quieras volver al pasado. Aprovecha el presente para que en el futuro la percepción de ti mismo cambie. No se puede volver atrás al igual que no se puede detener el tiempo, así que no lo pierdas.

Yo me equivocaría otra vez porque no veas lo que he aprendido de esos errores. Se podría decir que nuestra vida es una cadena de errores que nos hacen crecer y aprender. Así que debemos estar dispuestos a caer, debemos correr ese riesgo porque si nos arriesgamos solo hay dos opciones.

La primera es que nos salga bien, ¿Perfecto, no? Y la segunda es que nos salga mal, nos caigamos, volvamos a estar sentados y que con tiempo recuperemos esa confianza y esas ganas que habíamos perdido. ¿Qué puede salir mal? Nada, porque nos gusta mucho estar de pie, somos así de cotillas y así de cabezotas.

Así que no tengo ningún miedo al error porque estoy convencido de que pase lo que pase me quiero volver a levantar, porque desde aquí arriba veo el mundo a mi manera y no dejo que nadie me pise. Me gusta estar de pie porque ahí abajo sentado me siento débil y quizás un estorbo. Me gusta estar de pie porque quiero crecer, seguir aprendiendo y demostrar verdadera locura por la vida.

Y tu, ¿Qué quieres hacer? ¿Quieres quedarte sentado o te atreves a levantarte? 

Un saludo, Miquel Orenga. 

2 comentarios:

  1. Tus palabras me han hecho pensar. Estoy harto de lo que veo y de lo que no quiero ver, harto de este sillón incómodo. Necesito un empujón para levantarme de ese sedentarismo. Me gustaría decirte, dentro de un tiempo, que tus palabras fueron las que me hicieron cambiar, las que hicieron que me levantase de esta dura caída llamada sedentarismo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si mis palabras te ayudan un poco a levantarte de ese sillón donde te sientes tan incómodo, perfecto. Confía en ti y proponte algo que te motive no solo para levantarte, sino para dar un salto desde el sillón. Un abrazo y gracias por tu comentario.

      Eliminar