BUENOS DÍAS.
"Tenemos mucho tiempo por delante para crear los
sueños que aún ni siquiera imaginamos soñar." Steven Spielberg
En la montaña crezco. Sigo adelante porque sé que si no
me esfuerzo por llegar a la cima y volver, nadie lo hará por mí. Es una lucha
contra mi mismo, es dar un paso adelante y creer en mis posibilidades, es
enfrentarme a las dificultades para ser un poco más libre.
La soledad me hace fuerte, la fortaleza hace que siga
adelante, que crea que hasta el viento me ayuda a alcanzar la cima. Está todo
en mi mente. Estoy seguro de que si pregunto ¿Qué has hecho esta mañana?,
obtendré multitud de respuestas de gente que habrá alcanzado esta mañana la
misma cima que he alcanzado yo. Por eso, al fin y al cabo, lo único que marca
la diferencia con esas personas es el cómo la he alcanzado.
En la montaña hay momentos duros, pero es la forma que
tengo de sobreponerme, mi forma de encarar cada subida lo único que me
diferencia. Con estas palabras no quiero decir que sea el mejor deportista del
mundo, ni mucho menos. Solo quiero dar a entender que si buscamos aquello que nos
diferencia, si somos nosotros mismos...nos será mucho más fácil alcanzar la felicidad.
Así pues, como ha quedado claro, hoy mi día ha empezado
en la montaña. He estrenado mi nueva mochila para el trekking, me he colocado
mi equipación de Trilavall y he salido de casa con la intención de ir
conociendo a la perfección las sendas y caminos que me encontraré el próximo 24
de Marzo.
La ascensión ha sido muy bonita. El sol no se hacia el
ánimo para aparecer, el viento me daba la bienvenida a la montaña y mis piernas
marcaban el ritmo para llegar a la cima. En mi mente resonaban palabras como
"venga, hasta aquel pedrusco del fondo" "cinco minutos más
así", todo un vendaval de frases que me hacían olvidar todo lo demás.
Durante la ascensión, he pasado a unos cuantos
excursionistas, algunos claramente practicantes de este deporte y otros no tanto.
He llegado a la cima, me he puesto el chubasquero, me he comido una pieza de
fruta, una foto y a correr.
Y es que hoy quería esforzarme en la bajada, quería
correr rápido por las sendas y encontrar algo más de confianza en un terreno
así. Al poco de empezar la bajada, un hombre de unos 35 años me ha pedido agua,
sin pensarlo le he ofrecido una bebida
isotónica que estaba seguro que le vendría genial. Ese hombre me comentaba que
nunca había llegado tan lejos, que una semana antes se había quedado mucho más
atrás y que quería llegar hasta la cima solo por decir: "He subido a
Pipa".
Puede parecer una tontería, pero estoy seguro de que ese
hombre hoy estará feliz todo el día. Se ha superado a sí mismo y ha cumplido
con el objetivo que se había marcado, ¿qué más puede pedir?.
He seguido con la bajada, cogiendo confianza en cada
zancada hasta llegar al camino. Era la primera vez que probaba la mochila para
correr por la montaña y creo que unos retoques puede ser bastante cómoda.
He llegado al asfalto, pero tenía que seguir corriendo
hasta llegar a casa. Unos estiramientos, un sándwich y una ducha. Así ha comenzado el día para mí y así he
querido despedir la semana en el blog.
Para la próxima semana, a parte de la publicación del
martes, contaré de nuevo con Victor Arnau y casi seguro el próximo sábado un
finisher de un Ironman nos relatará su experiencia el año pasado en esa
competición.
Un saludo, Mikel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario