Hola,
soy Víctor Arnau y esta semana os traigo unas reflexiones acerca de la vida,
acerca del éxito, de la felicidad, de la pasión, del optimismo.
No
es mi intención ser un experto en ninguno de estos temas. Es más, si observamos
la mayor parte de mi vida se podría decir que no sé mucho sobre ellos. No sé
mucho sobre la vida porque solo cuento con 20 años. Dos décadas vividas a
trompicones, saltos, tropiezos y revolcones. Tampoco se demasiado sobre el
éxito. Es imposible ser un experto en éxito cuando he pasado gran parte de esos
20 años escondiéndome, tratando de no destacar, de no salirme del rebaño. Pero
si hay algo sobre lo que no debería tener ni la más remota idea es sobre la
felicidad, la pasión y el optimismo. No debería saber nada sobre felicidad porque
durante mucho tiempo fui infeliz. No debería saber nada sobre optimismo porque
durante mucho tiempo fui pesimista. No debería saber nada sobre la pasión porque
la pasión se ha pasado la mayor parte de mi vida encerrada en mi cuarto oscuro
particular.
Pero
el caso es que algo sé, no mucho, lo justo para ir puliendo mi vida poco a poco,
lo justo para ir enderezando el rumbo a base de remar y orientar las velas. Lo
poco que se sobre estos temas lo he aprendido en los últimos tiempos, lo he
aprendido porque un día decidí dejar de echar la culpa a los demás de mis
desgracias y hacerme responsable de mi vida, de mi felicidad. El poco
conocimiento que tengo de estos temas lo he adquirido estudiando las vidas.
Desde
hace un tiempo hasta ahora me he dedicado a estudiar a las personas, me he
parado a observar, a escuchar a las personas con las que me he ido encontrando.
He intentado averiguar cuáles eran sus metas, su personalidad, su forma de
actuar y sus motivos, su percepción de la vida. Con estas observaciones voy
llegando a conclusiones, voy descubriendo relaciones entre conceptos, voy
redefiniendo mis valores día a día. Poco a poco hay algunas cosas que me van
quedando claras.
Tengo
claro que nunca vamos a encontrar la felicidad en el exterior. Tengo claro que
la felicidad no es una meta a la que hay que llegar siguiendo unos determinados
pasos. La felicidad, debe partir de nosotros mismos, de nuestro interior, de
ser capaces de disfrutar del camino que vamos recorriendo, de los momentos que
vamos viviendo. Una vez oí decir a Emilio Duró que hay gente que esté en el
lugar que esté y en las circunstancias que sean se lo pasa bomba, y hay gente
que se amarga. No puedo estar más de acuerdo. Admiro a las personas que van por
la vida con la copa llena, que mejoran los lugares en que se encuentran, las
personas que son felices por ellas mismas, no por la situación que viven.
Tengo
claro que hay una relación directa y alta entre optimismo y felicidad. Como
digo siempre, es fundamental sustituir nuestras preocupaciones por ocupaciones.
Los pensamientos negativos nos restan capacidad y felicidad. Cuántas veces hemos
oído decir que es mejor ser pesimista porque así luego no te decepcionas cuando
ocurre la desgracia… Me parece una excusa, una excusa pobre y mala. Lo siento,
prefiero decepcionarme de vez en cuando que vivir amargado continuamente.
Prefiero confiar e ilusionarme, prefiero soñar.
También
tengo claro que hay una enorme relación entre pasión, felicidad y éxito. La definición
perfecta de pasión para mi es Will Smith, es el ejemplo perfecto de cómo
ponerle pasión a la vida, de cómo ponerle pasión a lo que haces. Josef Ajram,
Carles Puyol, Rafa Nadal, los grandes actores y presentadores, los grandes
cocineros, los grandes conferenciantes. Todos y cada uno de ellos han
desarrollado una enorme pasión por aquello que hacen. Una pasión obsesiva, casi
enfermiza por aquello que les gusta, por aquello que les llena. La pasión es un
ingrediente indispensable para tener éxito, para ser feliz.
Por
último, tengo claro que este camino que estoy trazando es el que quiero. Es el
camino del kaizen (mejora continua). El camino de tratar de disfrutar del
momento presente. El camino de tratar de ofrecer mi mejor versión, el mejor
Víctor posible en cada una de las situaciones que se me presentan. El camino de
tratar de mejorar mi persona para poder mejorar mi entorno. El camino de mi
felicidad, el camino de mi vida.
Hasta
aquí mi espacio, espero que os resulten útiles estas reflexiones.
Un
saludo, Víctor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario