Objevitízate. Sí, creo que me acabo de inventar esta
palabra, más que nada porque me sale como subrayada en rojo y eso creo que no
es muy buena señal. O sí, depende de cómo se mire, y como yo soy de mirar el
lado de las cosas voy a ver si le doy sentido y significado a la palabra.
Objevitízate: proceso mediante el cual una persona esta
dispuesta a plantearse objetivos y a luchar por ellos. ¿No esta mal la
definición, verdad? Voy a ver si le saco un poco más de jugo.
Me marco objetivos, sí. Pero no el típico objetivo de
“algún día tengo que hacer un maratón” o “algún año me tengo que preparar el
camino de Santiago”, eso NO. Son objetivos con nombre y apellidos, y también
con fecha de caducidad. Me gustan los objetivos a corto o medio plazo porque ofrecen
la oportunidad de desarrollar mi habilidad y me permiten explorar diferentes
variantes de mis gustos.
Por decirlo de alguna manera, me planteo la vida a tramos
sin olvidar su globalidad. Aunque el objetivo marcado modifique de una manera
muy importante el camino a recorrer, no me gusta olvidar que es precisamente
ese camino el que me aporta la felicidad. Hay que recordar que la felicidad
debe ser nuestra forma de vida y que no vale la pena vivir de felicidades
fugaces. Esto implica vivir el día a día al máximo, mirando las horas como un
reto para superarnos a nosotros mismos.
Superación. Esta palabra me viene genial para volver a mi
palabra. Los objetivos tienen mucha importancia porque nos permiten superarnos
pero, ¿de verdad creéis que todos los objetivos lo permiten? No, esos objetivos
deben cumplir unos requisitos. Lo primordial es que sean “alcanzables” y que
tengan “nombre y apellidos”. Hay que marcarse en un calendario el día y la hora
exacta a la que tenemos que hacer frente al objetivo; de esta forma obtendremos
la motivación necesaria para prepararnos debidamente y disfrutar del camino.
¿Qué más puede influir en nuestra motivación? Que el
objetivo sea alcanzable. Esto no significa que debe ser fácil, sino todo lo
contrario, debe tener su grado de complicación para exigirnos al máximo. Si
llevamos meses obteniendo un 7 en Geografía, no hay que ir a por el 10, hay que
ir a por el 7.5. Si completamos 10km en 45 minutos, hay que bajar a 44. La
clave esta en dar cada paso lo mejor posible, como dice algún sabio “no te
digas a ti mismo voy a construir el muro mas increíble y perfecto del mundo,
sino que debes decirte voy a colocar este ladrillo de la manera más perfecta
que se pueda colocar, y haz eso todos los días”.
Y por favor, no te pongas excusas y no fracases. De hecho
creo que dentro del término “objevitízate” voy a tachar dos palabras: fracaso y
excusa.
No hay excusas cuando lo que te planteas hacer es aquello
que te apasiona. Porque si te pones excusas, ¿Para que lo haces? Dedícale
tiempo, ganas, esfuerzo, paciencia y constancia. Llena tu mente de pensamientos
positivos que te acerquen a tu objetivo y por favor, NO TE PONGAS EXCUSAS.
Y por último no existe el fracaso. Solo existen baches
que nos deben ayudar a coger mayor impulso para el siguiente reto. Si no lo
consigues, plantéate otro reto, dedícale más tiempo, más esfuerzo…haz el
trayecto hacia el objetivo de una forma diferente. Piensa que si siempre haces
lo mismo, obtendrás lo mismo.
Empieza el año, empieza el reto.
Un saludo y feliz año nuevo, Miquel Orenga.
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