Hola, soy Víctor Arnau y en mi colaboración de esta
semana os voy a hablar de la ansiedad competitiva, cuáles son sus causas, y
como podemos minimizarla o eliminarla.
La ansiedad competitiva es un estado emocional negativo
que sufren algunos deportistas en determinados momentos de su carrera, o en
determinadas competiciones. Se caracteriza por un estado de tensión, una
preocupación excesiva, y unos sentimientos negativos acerca de la competición. En
muchas ocasiones, el deportista que experimenta ansiedad competitiva está
preocupado por cosas que aún no han pasado, y que probablemente nunca vayan a
ocurrir. Como vamos a ver a continuación la ansiedad competitiva tiene dos
dimensiones o vertientes, en función de si afecta a la mente o al cuerpo:
- Ansiedad cognitiva: Es aquella producida por la mente, por los pensamientos. Se caracteriza por un miedo irracional a fallar, y unos pensamientos negativos acerca de la actuación en la competición que se va a desarrollar.
- Ansiedad somática: Estado fisiológico (del cuerpo) que se activa como respuesta al estrés de una competición. A diferencia de la ansiedad cognitiva, la ansiedad somática puede ser beneficiosa en niveles moderados. Es decir, para realizar deporte es bueno que nuestro organismo se encuentre activado, aunque nunca debemos llegar a la sobre activación.
La ansiedad competitiva es fácilmente reconocible, ya que
hay unos síntomas muy característicos que la acompañan:
- Perdida de autoconfianza
- Tensión muscular
- Dificultad coordinativa y de atención
- Pensamientos negativos
- Percepción de la competición como algo negativo, una amenaza, el sitio donde van a quedar demostradas las carencias del deportista.
Hay muchas causas que pueden llevarnos a la ansiedad
competitiva, como por ejemplo una racha de malas actuaciones, una autoconfianza
baja, la evaluación de tu actuación por parte de jueces, o por parte de
personas de tu entorno, un nuevo ambiente competitivo, etc.
Ahora bien, ¿que podemos hacer para controlar sus
efectos, minimizarla o eliminarla?
Mi primera recomendación es intentar, a medio-largo
plazo, aumentar nuestra autoconfianza y enfocarnos hacia el rendimiento. Esto
quiere decir, confiar más en nosotros y poner todas nuestras energías en
aquello que depende de nosotros, olvidando aquello que no podemos controlar. En
el siguiente link encontrareis mas información acerca de la autoconfianza y el
rendimiento. http://lafelicidadcomoformadevida.blogspot.co.uk/2013/04/confianza-la-base-del-exito.html
A corto plazo, un buen método es controlar la
respiración, hacerla diafragmática. Es decir, respirar llenando el estómago en
lugar de los pulmones, y retener el aire unos 2-3 segundos antes de soltarlo
lentamente. Esta técnica la podemos acompañar de la imaginación de una escena
llena de paz y tranquilidad, como por ejemplo un paraje natural bonito.
Otro buen método es la visualización. Debemos imaginarnos
consiguiendo nuestro sueño, alcanzando nuestra meta, logrando la victoria.
Cuanto más nítida y real sea la imagen que le proporcionemos a nuestro cerebro
mayor será el efecto de la visualización.
El último método que quiero compartir con vosotros lo llamo
“el autoaliento”. Consiste en dialogar con nosotros mismos, ya sea de forma
interior o en voz alta, con afirmaciones positivas, y pensamientos que nos
ayuden a superar el reto que se nos presentan. Por ejemplo “Mi preparación
previa ha sido fantástica”, “Voy a disfrutar haciendo lo que realmente me
gusta”, “Me encuentro muy fuerte hoy” o “Vamos que ya lo tengo” son
pensamientos que van a aumentar nuestra autoconfianza y a disminuir la ansiedad
competitiva.
Hasta aquí mi colaboración semanal. Aprovecho para dar las
gracias por el gran número de visitas que está teniendo el blog en su retorno
tras el verano, sin vosotros esto no sería posible.
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